MAÑANA
Gozosos en la esperanza.
     La esperanza reservada para ustedes en los cielos. — ¡Si solo en esta vida hemos tenido esperanza en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres! — Es preciso que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. — Cualquiera que no toma su propia cruz y viene en pos de mÃ, no puede ser mi discÃpulo. — Nadie sea turbado en medio de estas tribulaciones porque ustedes mismos saben que hemos sido puestos para esto.Â
     ¡RegocÃjense en el Señor siempre! Otra vez lo digo: ¡RegocÃjense! — El Dios de esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en la esperanza por el poder del EspÃritu Santo. — Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su grande misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva por medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, — A él lo aman sin haberlo visto. En él creen y, aunque no lo vean ahora, se alegran con gozo inefable y glorioso. — Por medio de quien también hemos obtenido acceso por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.Â