MAÑANA
El SEÑOR es el que examina los corazones.
Porque el SEÑOR conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos perecerá. — El SEÑOR dará a conocer mañana por la mañana a los que son suyos y quien sea santo. — Y tu Padre que ve en secreto te recompensará.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Ve si hay en mí camino de perversidad y guíame por el camino eterno. — En el amor no hay temor sino que el perfecto amor echa fuera el temor.
Señor, delante de ti están todos mis deseos, y mi gemido no te es oculto. — Cuando mi espíritu está desmayado dentro de mí tú conoces mi senda. — El que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
El sólido fundamento de Dios queda firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos y “Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”.