MAÑANA

El fruto del Espíritu es . . . mansedumbre.

      Los humildes volverán a alegrarse en el SEÑOR, y los más necesitados de los hombres se regocijarán en el Santo de Israel. — Si no se vuelven y se hacen como los niños, jamás entrarán en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el más importante en el reino de los cielos. — Su adorno sea . . . en lo incorruptible de un espíritu tierno y tranquilo. Esto es de gran valor delante de Dios. — El amor no es ostentoso, ni se hace arrogante.  

      Sigue la justicia. — Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón. — Oprimido y afligido, pero no abrió su boca. Como un cordero, fue llevado al matadero; y como una oveja que enmudece delante de sus esquiladores, tampoco él abrió su boca. —  Cristo sufrió por nosotros dejándonos ejemplo para que sigan sus pisadas. Él no cometió pecado, ni fue hallado engaño en su boca; Cuando lo maldecían, él no respondía con maldición  . . . sino que se encomendaba al que juzga con justicia.  

GA. 5:22, 23. Is. 29:19. — Mt. 18:3, 4. — 1 P. 3:4. — 1 Co. 13:4. 1 Ti. 6:11. — Mt. 11:29. — Is. 53:7.—1 P. 2:21-23.

NOCHE

Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.

      Por honra y deshonra, por mala fama y buena fama. — Todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús serán perseguidos. — El tropiezo de la cruz.  

      Si yo todavía tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.  

      Cuando son injuriados en el nombre de Cristo, son bienaventurados Así que, ninguno de ustedes padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometerse en asuntos ajenos. Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence; más bien, glorifique a Dios en este nombre.   

      Se les ha concedido a ustedes, a causa de Cristo, no solamente el privilegio de creer en él sino también el de sufrir por su causa. — Que uno murió por todos; por consiguiente, todos murieron. Y él murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sí sino para aquel que murió y resucitó por ellos. — Si perseveramos, también reinaremos con él.

LC. 9:23. 2 Co. 6:8. — 2 Ti. 3:12. Gá. 5:11. Gá. 1:10. 1 P. 4:14-16. Fil. 1:29. — 2 Co. 5:14, 15. — 2 Ti. 2:12.

Publicado originalmente en inglés bajo el título Daily Light on the Daily Path por Samuel Bagster and Sons, Ltd., Londres. Salvo otra indicación, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera Actualizada 2015. © 2015, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso.