MAÑANA
La vida de uno no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Mejor es lo poco del justo que las riquezas de muchos impíos. — Es mejor lo poco con el temor del SEÑOR que un gran tesoro donde hay turbación. — Grande ganancia es la piedad con contentamiento. Teniendo el sustento y con qué cubrirnos estaremos contentos con esto.
No me des pobreza ni riqueza. Solo dame mi pan cotidiano; no sea que me sacie y te niegue o diga: “¿Quién es el SEÑOR?”. No sea que me empobrezca y robe, y profane el nombre de mi Dios. — El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
No se afanen por su vida, qué han de comer o qué han de beber; ni por su cuerpo, qué han de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
— Cuando los envié sin bolsa, sin alforja y sin calzado, ¿les faltó algo? Ellos dijeron: Nada. — Sean sus costumbres sin amor al dinero, contentos con lo que tienen ahora porque él mismo ha dicho: Nunca te abandonaré ni jamás te desampararé.
LC. 12:15. Sal. 37:16. — Pr. 15:16. — 1 Ti. 6:6, 8. Pr. 30:8, 9. — Mt. 6:11. Mt. 6:25. — Lc. 22:35. — He. 13:5.