MAÑANA
Cristo para esto murió y vivió, para ser el Señor asà de los muertos como de los que viven.
     El SEÑOR quiso quebrantarlo, y lo hirió. Cuando se haya puesto su vida como sacrificio por la culpa, verá descendencia. Vivirá por dÃas sin fin, y la voluntad del SEÑOR será en su mano prosperada. A causa de la angustia de su alma, verá la luz y quedará satisfecho. Por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con los pecados de ellos. — ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria? — Considerando esto: que uno murió por todos; por consiguiente, todos murieron. Y él murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sà sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
     Sepa, pues, con certidumbre toda la casa de Israel, que a este mismo Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios le ha hecho Señor y Cristo. — Destinado desde antes de la fundación del mundo, pero ha sido manifestado en los últimos tiempos por causa de ustedes. Por medio de él creen en Dios. Â
RO. 14:9. Is.  53:10, 11. — Lc. 24:26. — 2 Co. 5:14, 15. Hch 2:36. — 1 P. 1:20, 21.