MAÑANA

Tus palabras han sido oídas desde el primer día que dedicaste tu corazón a entender y a humillarte en presencia de tu Dios.

      Así ha dicho el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en las alturas y en santidad; pero estoy con el de espíritu contrito y humillado, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los oprimidos. — Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no desprecias tú, oh Dios. — Aunque el SEÑOR es sublime, mira al humilde; pero al altivo lo reconoce de lejos. — Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que él los exalte al debido tiempo. — Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes. Sométanse, pues, a Dios.             

      Tú, oh Señor, eres bueno y perdonador, grande en misericordia para con los que te invocan. Escucha, oh SEÑOR, mi oración; atiende a la voz de mis súplicas. En el día de mi angustia te llamaré porque tú me respondes.  

DN. 10:12. — Is. 57:15. — Sal.  51:17. — Sal.  138:6. — 1 P.  5:6. — Stg.  4:6,  7.   Sal.  86:5-7.

NOCHE

Sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra.

      Comprendan cuál es la voluntad del Señor.

      No es la voluntad de su Padre que está en los cielos que se pierda ni uno de estos pequeños.                                                                                      

      Esta es la voluntad de Dios, la santificación de ustedes. — Para vivir el tiempo que le queda en la carne, no en las pasiones de los hombres sino en la voluntad de Dios. — Por su propia voluntad, él nos hizo nacer por la palabra de verdad. Por lo tanto, desechando toda suciedad.                  

      Sean santos porque yo soy santo. — [Jesús] dijo:. . .  cualquiera que hace la voluntad de Dios, este es mi hermano, mi hermana y mi madre. — Cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace, será semejante a un hombre prudente que edificó su casa sobre la peña. Y cayó la lluvia, vinieron torrentes, soplaron vientos y golpearon contra aquella casa. Pero no se derrumbó, porque se había fundado sobre la peña. — Y el mundo está pasando y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.  

MT. 6:10.  Ef.  5:17. — Mt.  18:14. — 1 Ts.  4:3. — 1 P.  4:2. — Stg.  1:18,  21. — 1 P.  1:16. — Mr.  3:34,  35. — Mt.  7:24,  25. — 1 Jn.  2:17.

Publicado originalmente en inglés bajo el título Daily Light on the Daily Path por Samuel Bagster and Sons, Ltd., Londres. Salvo otra indicación, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera Actualizada 2015. © 2015, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso.