MAÑANA

El SEÑOR se deleita en ti.

      Pero ahora, así ha dicho el SEÑOR, el que te creó, . . . No temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre; tú eres mío. — ¿Se olvidará la mujer de su bebé, y dejará de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque ellas se olviden, yo no me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de mis manos te tengo grabada; tus murallas están siempre delante de mí.   

      Por el SEÑOR son afirmados los pasos del hombre, y él se complacerá en su camino. — Tengo mi delicia con los hijos del hombre. — El SEÑOR se complace en los que le temen y en los que esperan en su misericordia. — Ellos serán para mí un especial tesoro. Seré compasivo con ellos como es compasivo el hombre con su hijo que le sirve.  

      A ustedes también, aunque en otro tiempo estaban apartados y eran enemigos por tener la mente ocupada en las malas obras, ahora los ha reconciliado en su cuerpo físico por medio de la muerte para presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de él.        

IS. 62:4. Is. 43:1. — Is. 49:15, 16. Sal. 37:23. — Pr. 8:31. — Sal. 147:11. — Mal. 3:17. Col.1:21, 22.

NOCHE

La tristeza del mundo degenera en muerte.

      Al ver Ajitofel que no se había seguido su consejo, aparejó el asno, partió y se fue a su casa, en su ciudad. Después de poner en orden su casa, se ahorcó y murió. — ¿Quién soportará al espíritu abatido?  

      ¿Acaso no hay bálsamo en Galaad? ¿Acaso no hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hay sanidad para la hija de mi pueblo? — El Espíritu del SEÑOR Dios está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑOR. Me ha enviado para anunciar buenas nuevas a los pobres, para vendar a los quebrantados de corazón, . . . para consolar a todos los que están de duelo, para proveer a los que están de duelo por Sion y para darles diadema en lugar de ceniza, aceite de regocijo en lugar de luto y manto de alabanza en lugar de espíritu desalentado. — Vengan a mí, todos los que están fatigados y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.  

      Felipe . . . le anunció el evangelio de Jesús. — Sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.  

2 CO. 7:10. 2 S. 17:23. — Pr. 18:14. Jer. 8:22. — Is. 61:1-3. — Mt. 11:28-30. Hch. 8:35. — Sal. 147:3.

Publicado originalmente en inglés bajo el título Daily Light on the Daily Path por Samuel Bagster and Sons, Ltd., Londres. Salvo otra indicación, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera Actualizada 2015. © 2015, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso.