MAÑANA

Libertados del pecado, han sido hechos siervos de la justicia.

      No pueden servir a Dios y a las riquezas. — Cuando eran esclavos del pecado estaban libres en cuanto a la justicia. ¿Qué recompensa, pues, tenían entonces por aquellas cosas de las cuales ahora se avergüenzan? Porque el fin de ellas es muerte. Pero ahora, libres del pecado y hechos siervos de Dios, tienen como su recompensa la santificación y, al fin, la vida eterna.  

      El fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.  

      Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estoy allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará. — Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.  

      Oh SEÑOR, Dios nuestro, otros amos aparte de ti se han enseñoreado de nosotros; pero solo reconocemos tu nombre, el tuyo. — Por el camino de tus mandamientos correré porque das amplitud a mi corazón.   

RO. 6:18. Mt. 6:24. — Ro. 6:20-22. Ro. 10:4. Jn. 12:26. — Mt. 11:29-30. Is. 26:13. — Sal. 119:32.

NOCHE

Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.

       Manasés . . . hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a las prácticas abominables de las naciones que el SEÑOR había echado de delante de los hijos de Israel. Volvió a edificar los lugares altos y erigió altares a Baal. Edificó altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa del SEÑOR. Hizo pasar por fuego a su hijo, practicó la magia y la adivinación, evocó a los muertos y practicó el espiritismo. Abundó en hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, provocándolo a ira. — Sin embargo, cuando fue puesto en angustia, imploró el favor del SEÑOR su Dios y se humilló mucho delante del Dios de sus padres. Él oró a Dios, quien aceptó su oración y escuchó su súplica.

      Vengan, pues, dice el SEÑOR; y razonemos juntos: Aunque sus pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. — El Señor . . . es paciente para con nosotros porque no quiere que nadie se pierda.

HCH. 2:21. 2 R. 21:1, 2, 3, 5, 6. — 2 Cr. 33:12, 13. Is. 1:18. — 2 P. 3:9.

Publicado originalmente en inglés bajo el título Daily Light on the Daily Path por Samuel Bagster and Sons, Ltd., Londres. Salvo otra indicación, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera Actualizada 2015. © 2015, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso.