MAÑANA
Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la hacen.
     El que santifica como los que son santificados, todos provienen de uno. Por esta razón, él no se avergüenza de llamarlos hermanos diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre; en medio de la congregación te alabaré. — En Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión valen nada sino la fe que actúa por medio del amor. — Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. — Bienaventurados son los que oyen la palabra de Dios y la guardan. Â
     No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. — Mi comida es que yo haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra. Â
     Si decimos que tenemos comunión con él y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. — El que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios ha sido perfeccionado. Por esto sabemos que estamos en él. Â