MAÑANA
Tú la apartaste con tu recio viento en el dÃa del solano.
     Caigamos en mano del SEÑOR, porque grande es su misericordia. Y no caiga yo en mano de los hombres. — Yo estoy contigo para salvarte, . . . pero en ti no haré exterminio, sino que te castigaré con justicia. De ninguna manera te daré por inocente. — No contenderá para siempre ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo. — Seré compasivo con ellos como es compasivo el hombre con su hijo que le sirve.  Â
     Fiel es Dios, quien no los dejará ser tentados más de lo que ustedes pueden soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la puedan resistir. — Satanás me ha pedido para zarandearte como a trigo. Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falle.
     Has sido fortaleza para el pobre, una fortaleza para el necesitado en su aflicción, protección en la tormenta y sombra en el calor.