MAÑANA
Y pondrás aquellas piedras sobre las hombreras del efod, como piedras para recordar a los hijos de Israel. Aarón llevará sus nombres.
     Jesús . . . porque permanece para siempre, tiene un sacerdocio perpetuo. Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, puesto que vive para siempre para interceder por ellos. — Aquel que es poderoso para guardarlos sin caÃda y para presentarlos irreprensibles delante de su gloria. Â
     Teniendo un gran sumo sacerdote que ha traspasado los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra confesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse de nuestras debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros pero sin pecado. Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia. Â
     El amado del SEÑOR habitará confiado cerca de él. Él lo protegerá todo el dÃa, y entre sus hombros morará. Â