MAÑANA
Fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza.
     Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mà el poder de Cristo. Por eso me complazco en las debilidades, afrentas, necesidades, persecuciones y angustias por la causa de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. — Celebraré los poderosos hechos del SEÑOR Dios; haré memoria de tu justicia, que es solo tuya. —  El evangelio . . . es poder de Dios para salvación. Â
     Todo lo puedo en Cristo que me fortalece! — Yo trabajo, esforzándome según su potencia que obra poderosamente en mÃ. — Tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros.
    El gozo del SEÑOR es su fortaleza. — Sean fortalecidos con todo poder, conforme a su gloriosa potencia, para toda perseverancia y paciencia.