MAÑANA
Como el Padre tiene vida en sí mismo, así también dio al Hijo el tener vida en sí mismo.
Nuestro Salvador Cristo Jesús. Él anuló la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio. — Yo soy la resurrección y la vida. — Porque yo vivo, también ustedes vivirán. — Participantes del Espíritu Santo. — Participantes de la naturaleza divina. — El primer hombre Adán llegó a ser un alma viviente; y el postrer Adán, espíritu vivificante. He aquí, les digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin corrupción; y nosotros seremos transformados.
¡Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso, que era y que es y que ha de venir!. Que vive por los siglos de los siglos. — El Bienaventurado y solo Poderoso, el Rey de reyes y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad. — Al Rey de los siglos, al inmortal . . . sean la honra y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.