MAÑANA
Oren en todo lugar, levantando manos piadosas, sin ira ni discusión.
Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre busca a tales que lo adoren. Dios es espíritu; y es necesario que los que le adoran, lo adoren en espíritu y en verdad. — Entonces invocarás, y el SEÑOR te escuchará. Clamarás, y él dirá: ‘¡Aquí estoy!’. — Cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo.
Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan. — Pida con fe, no dudando nada. Porque el que duda es semejante a una ola del mar movida por el viento y echada de un lado a otro. No piense tal hombre que recibirá cosa alguna del Señor.
Si en mi corazón yo hubiera consentido la iniquidad el Señor no me habría escuchado. — Hijitos míos, estas cosas les escribo para que no pequen. Y si alguno peca, abogado tenemos delante del Padre, a Jesucristo el justo. Él es la expiación por nuestros pecados.