MAÑANA
El fruto del Espíritu es paz.
La intención del Espíritu es vida y paz.
Dios nos ha llamado a vivir en paz. — La paz les dejo, mi paz les doy. No como el mundo la da yo se la doy a ustedes. No se turbe su corazón ni tenga miedo. — El Dios de esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Yo sé a quién he creído, y estoy convencido de que él es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. — Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado.
El efecto de la justicia será paz; el resultado de la justicia será tranquilidad y seguridad para siempre. Mi pueblo habitará en una morada de paz, en habitaciones seguras y en frescos lugares de reposo. — El que me escuche habitará confiadamente y estará tranquilo, sin temor del mal.
Mucha paz tienen los que aman tu ley.