MAÑANA

[El] preserva las sendas del juicio y guarda el camino de sus piadosos.

       El SEÑOR su Dios, quien iba delante de ustedes en el camino, con fuego de noche y con nube de día, a fin de explorar el lugar donde habían de acampar, y para mostrarles el camino a seguir. — Como el águila que agita su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, y los lleva sobre sus plumas. El SEÑOR solo lo guió — Por el SEÑOR son afirmados los pasos del hombre, y él se complacerá en su camino. Si cae, no quedará postrado porque el SEÑOR sostiene su mano. — Muchos son los males del justo, pero de todos ellos lo librará el SEÑOR. — Porque el SEÑOR conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos perecerá. — Sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a su propósito. — Con nosotros está el SEÑOR, nuestro Dios, para ayudarnos y para llevar a cabo nuestras batallas.

      El SEÑOR tu Dios está en medio de ti: ¡Es poderoso; él salvará! Con alegría se regocijará por causa de ti.

PR. 2:8. Dt. 1:32, 33. — Dt. 32:11, 12. — Sal. 37:23, 24. — Sal. 34:19.—Sal. 1:6. — Ro. 8:28. — 2 Cr. 32:8. Sof. 3:17.

NOCHE

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

     El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados. El castigo que nos trajo paz fue sobre él, . . . El SEÑOR cargó en él el pecado de todos nosotros. . . . Por la transgresión de mi pueblo fue herido. . . . El SEÑOR quiso quebrantarlo, y lo hirió.

      Jesús nuestro Señor . . . fue entregado por causa de nuestras transgresiones. — Cristo también padeció una vez para siempre por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. — Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero a fin de que nosotros, habiendo muerto para los pecados, vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.

      Al que no conoció pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él.  

      Cristo nos redimió de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros.  

MT. 27:46. Is. 53:5, 6, 8, 10. Ro. 4:24, 25. — 1 P. 3:18. — 1 P. 2:24. 2 Co. 5:21. Gá. 3:13.

Publicado originalmente en inglés bajo el título Daily Light on the Daily Path por Samuel Bagster and Sons, Ltd., Londres. Salvo otra indicación, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera Actualizada 2015. © 2015, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso.