MAÑANA
Ocupen la mente en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
     No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. — No acumulen para ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corrompen, y donde los ladrones se meten y roban. Más bien, acumulen para ustedes tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corrompen, y donde los ladrones no se meten ni roban. Porque donde esté tu tesoro, allà también estará tu corazón. Â
     Andamos por fe, no por vista. — No desmayamos; más bien, aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior, sin embargo, se va renovando de dÃa en dÃa. Porque nuestra momentánea y leve tribulación produce para nosotros un eterno peso de gloria más que incomparable; no fijando nosotros la vista en las cosas que se ven sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, mientras que las que no se ven son eternas. — Una herencia incorruptible, incontaminable e inmarchitable reservada en los cielos para ustedes. Â