MAÑANA
Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso.
     Tú eres santo. ¡Tú, que habitas entre las alabanzas de Israel! — No te acerques aquÃ. Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde tú estás tierra santa es. Yo soy el Dios de tus padres: el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su cara, porque tuvo miedo de mirar a Dios. — ¿A quién, pues, me harán semejante, para que yo sea su igual?, dice el Santo. — Yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. Yo, yo el SEÑOR; fuera de mà no hay quien salve.
     Como aquel que los ha llamado es santo, también sean santos ustedes en todo aspecto de su manera de vivir porque escrito está: Sean santos porque yo soy santo. — ¿O no saben que su cuerpo es templo del EspÃritu Santo, que mora en ustedes, el cual tienen de Dios, y que no son de ustedes? — Ustedes son templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. —¿Andarán dos juntos, a menos que se pongan de acuerdo? Â