MAÑANA

Que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.

      Solamente procuren que su conducta como ciudadanos sea digna del evangelio de Cristo. — Apártense de toda apariencia de mal. — Cuando son injuriados en el nombre de Cristo, son bienaventurados [Pero] que, ninguno de ustedes padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometerse en asuntos ajenos. — Sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en la cual ustedes resplandecen como luminares en el mundo. — Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.  

      No se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello. Escríbelas en las tablas de tu corazón, y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. — Hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto piensen.  

TIT. 2:10. Fil. 1:27. — 1 Ts. 5:22. — 1 P. 4:14, 15. — Fil. 2:15. — Mt. 5:16. Pr. 3:3, 4. — Fil. 4:8.

NOCHE

Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida.

      Por su propia voluntad, él nos hizo nacer por la palabra — La letra mata, pero el Espíritu vivifica.  

      Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, a fin de santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra, para presentársela a sí mismo una iglesia gloriosa que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante.

      ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra Esto es mi consuelo en mi aflicción: que tu palabra me ha vivificado. En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti. Me deleitaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras. Entonces daré respuesta al que me afrenta, porque en tu palabra he confiado. Mejor me es la ley que procede de tu boca que miles de piezas de oro y plata. Nunca jamás me olvidaré de tus ordenanzas porque con ellas me has vivificado. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel en mi boca! De tus ordenanzas adquiero inteligencia; por eso aborrezco todo camino de mentira.  

JN. 6:63. Stg. 1:18. — 2 Co. 3:6. Ef. 5:25-27. Sal. 119:9, 50, 11, 16, 42, 72, 93, 103, 104.

Publicado originalmente en inglés bajo el título Daily Light on the Daily Path por Samuel Bagster and Sons, Ltd., Londres. Salvo otra indicación, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera Actualizada 2015. © 2015, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso.