MAÑANA
Que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.
     Solamente procuren que su conducta como ciudadanos sea digna del evangelio de Cristo. — Apártense de toda apariencia de mal. — Cuando son injuriados en el nombre de Cristo, son bienaventurados [Pero] que, ninguno de ustedes padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entrometerse en asuntos ajenos. — Sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en la cual ustedes resplandecen como luminares en el mundo. — Asà alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos. Â
     No se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello. EscrÃbelas en las tablas de tu corazón, y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. — Hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto piensen. Â