MAÑANA
El SEÑOR te bendiga y te guarde.
     La bendición del SEÑOR es la que enriquece y no añade tristeza con ella. — Porque tú, oh SEÑOR, bendecirás al justo; como un escudo lo rodearás con tu favor. Â
     No permitirá que resbale tu pie ni se adormecerá el que te guarda. He aquÃ, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel. El SEÑOR es tu protector; el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha. El SEÑOR te guardará de todo mal; él guardará tu vida. El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. — Yo, el SEÑOR, la guardo. A cada momento la riego; y para que nadie la dañe, de dÃa y de noche la guardo. Â
     Padre santo, guárdalos en tu nombre que me has dado, para que sean uno asà como nosotros lo somos. Cuando yo estaba con ellos, yo los guardaba en tu nombre que me has dado.
     El Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Â