MAÑANA
Yo sé que mi Redentor vive.
     Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, cuánto más, ya reconciliados, seremos salvos por su vida. — Este, porque permanece para siempre, tiene un sacerdocio perpetuo. Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, puesto que vive para siempre para interceder por ellos. Â
     Porque yo vivo, también ustedes vivirán. — ¡Si solo en esta vida hemos tenido esperanza en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres! Pero ahora, Cristo sà ha resucitado de entre los muertos, como primicias de los que durmieron.       Â
     El Redentor vendrá a Sion. Y a los de Jacob que se arrepientan de la transgresión, el SEÑOR les dice. — En él tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de nuestras transgresiones, según las riquezas de su gracia. — Han sido rescatados de su vana manera de vivir, la cual heredaron de sus padres, no con cosas corruptibles como oro o plata sino con la sangre preciosa de Cristo como de un cordero sin mancha y sin contaminación.  Â