MAÑANA
La santidad sin la cual nadie verá al Señor.
     A menos que nazca de nuevo, uno no puede ver el reino de Dios. — Jamás entrará
. . . cosa impura o que hace abominación y mentira. — En ti no hay defecto.
     Sean santos, porque yo, el SEÑOR su Dios, soy santo. — Como hijos obedientes, no se conformen a las pasiones que antes tenÃan estando en su ignorancia. Asà como aquel que los ha llamado es santo, también sean santos ustedes en todo aspecto de su manera de vivir porque escrito está: Sean santos porque yo soy santo. Y si invocan como Padre a aquel que juzga según la obra de cada uno sin hacer distinción de personas, condúzcanse en temor todo el tiempo de su peregrinación. — Despójense del viejo hombre que está viciado por los deseos engañosos; pero renuévense en el espÃritu de su mente y vÃstanse del nuevo hombre que ha sido creado a semejanza de Dios en justicia y santidad de verdad. — Nos escogió en él desde antes de la fundación del mundo para que fuéramos santos y sin mancha delante de él.