MAÑANA
Entonces Jesús fue llevado por el EspÃritu al desierto para ser tentado por el diablo.
     Cristo, en los dÃas de su vida fÃsica, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que lo podÃa librar de la muerte, fue oÃdo por su temor reverente. Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por lo que padeció. Y habiendo sido perfeccionado, llegó a ser Autor de eterna salvación para todos los que le obedecen. — No tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse de nuestras debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros pero sin pecado. Â
     No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no los dejará ser tentados más de lo que ustedes pueden soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la puedan resistir. — Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.