MAÑANA
Recostado junto a Jesús.
     Como aquel a quien su madre consuela, asà los consolaré yo a ustedes. — Le presentaban niños para que los tocara. Entonces, tomándolos en los brazos, puso las manos sobre ellos y los bendijo. Â
     Jesús llamó a sus discÃpulos y dijo: Tengo compasión de la multitud, porque ya hace tres dÃas que permanecen conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino. — Un sumo sacerdote que . . . puede compadecerse de nuestras debilidades. — En toda la angustia de ellos, él fue angustiado. En su amor y en su compasión los redimió.
     No los dejaré huérfanos; volveré a ustedes. — ¿Se olvidará la mujer de su bebé, y dejará de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque ellas se olviden, yo no me olvidaré de ti.Â
     El Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva, y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. Â