MAÑANA
Y si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo.
Y ya que son de Cristo, ciertamente son descendencia de Abraham, herederos conforme a la promesa.
Miren cuán grande amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios. — Así que ya no eres más esclavo sino hijo; y si hijo, también eres heredero por medio de Dios. — En amor nos predestinó por medio de Jesucristo para adopción como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad.
Padre, quiero que donde yo esté, también estén conmigo aquellos que me has dado para que vean mi gloria que me has dado.
Al que venza y guarde mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones. — Al que venza, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo también he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.