MAÑANA
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
      Despreciado y desechado por los hombres, varón de dolores y experimentado en el sufrimiento. — En el mundo tendrán aflicción, pero ¡tengan valor; yo he vencido al mundo! Â
     Tal sumo sacerdote nos convenÃa: santo, inocente, puro, apartado de los pecadores. — Para que sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa. Â
     Jesús de Nazaret . . . anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. — Mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. Â
     Aquel era la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene al mundo. — Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida. Asà alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos. Â