MAÑANA
Comerás y te saciarás, y bendecirás al SEÑOR tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
    “CuÃdate de no olvidarte del SEÑOR tu Dios. — Uno de ellos, al ver que habÃa sido sanado, volvió glorificando a Dios en alta voz. Y se postró sobre su rostro a los pies de Jesús dándole gracias. Y este era samaritano. Y respondiendo Jesús dijo: ¿No eran diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviera y diera gloria a Dios, sino este extranjero? Â
     Porque todo lo que Dios ha creado es bueno, y no hay que rechazar nada cuando es recibido con acción de gracias pues es santificado por medio de la palabra de Dios y de la oración. — El que come para el Señor come, porque da gracias a Dios.
— La bendición del SEÑOR es la que enriquece y no añade tristeza con ella. Â
     Bendice, oh alma mÃa, al SEÑOR. Bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, oh alma mÃa, al SEÑOR . . . quien perdona todas tus iniquidades, . . . el que te corona de favores y de misericordia. Â
DT. 8:10. Dt. 8:11. — Lc. 17:15-18. I Ti. 4:4, 5. — Ro. 14:6. — Pr. 10:22. Sal. 103:1-4.