MAÑANA
Y sobre dicha forma de trono estaba alguien semejante a un hombre.
     Jesucristo hombre. — Haciéndose semejante a los hombres; y, hallándose en condición de hombre. — Puesto que los hijos han participado de carne y sangre, de igual manera él participó también de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenÃa el dominio sobre la muerte. Â
     Yo soy . . . el que vive. Estuve muerto, y he aquà que vivo por los siglos de los siglos. — Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, para el pecado murió una vez por todas; pero en cuanto vive, vive para Dios. — ¿Y si vieran al Hijo del Hombre subir a donde estaba primero? — Dios la ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su diestra en los lugares celestiales — En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Â
     Porque fue crucificado en debilidad, pero vive por el poder de Dios. Pues nosotros también somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con ustedes. Â