MAÑANA
Los dirigió por camino derecho.
    Lo halló (Jacob) en tierra desértica, en medio de la soledad rugiente del desierto. Lo rodeó, lo cuidó, lo guardó como a la niña de sus ojos; como el águila que agita su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, y los lleva sobre sus plumas. El SEÑOR solo lo guió. — Hasta su vejez yo seré el mismo, y hasta las canas yo los sostendré. Yo lo he hecho asÃ, y los seguiré llevando. Yo los sostendré y los libraré. Â
   Confortará mi alma y me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.  Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Â
    El SEÑOR te guiará siempre y saciará tu alma en medio de los sequedales. Él fortalecerá tus huesos, y serás como un jardÃn de regadÃo y como un manantial de aguas cuyas aguas nunca faltan. — Porque Dios es nuestro Dios eternamente y para siempre; hasta la muerte (y) por siempre nos guiará. — ¿Quién hay que enseñe como él? Â
SAL. 107:7. Dt. 32:10-12. — Is. 46:4. Sal. 23:3, 4. Is. 58:11. —Sal. 48:14. — Job 36:22.Â