MAÑANA
El Señor está cerca.
Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, aliéntense los unos a los otros con estas palabras. — El que da testimonio de estas cosas dice: “¡Sí, vengo pronto!”. ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
Por tanto, oh amados, estando a la espera de estas cosas, procuren con empeño ser hallados en paz por él, sin mancha e irreprensibles. —Apártense de toda apariencia de mal. Y el mismo Dios de paz los santifique por completo; que todo su ser, tanto espíritu, como alma y cuerpo, sea guardado sin mancha en la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que los llama, quien también lo logrará.
Tengan también ustedes paciencia; afirmen su corazón, porque la venida del Señor está cerca.
FIL. 4:5. 1 Ts. 4:16-18. — Ap. 22:20. 2 P. 3:14. — 1 Ts. 5:22-24. Stg. 5:8.