MAÑANA
Porque Dios es nuestro Dios eternamente y para siempre; por siempre nos guiará.
     SEÑOR, tú eres mi Dios! Te exaltaré; alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas. Desde antaño tus designios son fieles y verdaderos. — Oh SEÑOR, porción de mi herencia, y mi copa. Â
     Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.  — Con todo, yo siempre estuve contigo. Me tomaste de la mano derecha. Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria. ¿A quién tengo yo en los cielos [sino a ti]? Aparte de ti nada deseo en la tierra. Mi cuerpo y mi corazón desfallecen; pero la roca de mi corazón y mi porción es Dios, para siempre. — Nuestro corazón se alegra en él, porque en su santo nombre hemos confiado. — El SEÑOR cumplirá su propósito en mÃ. Oh SEÑOR, tu misericordia es para siempre; no desampares la obra de tus manos. Â
SAL. 48:14. Is. 25:1. —Sal. 16:5. Sal. 23:3, 4.—Sal. 73:23-26. —Sal. 33:21. —Sal. 138:8.