MAÑANA
Sirviendo al Señor con toda humildad.
Cualquiera que anhele ser grande entre ustedes será su servidor; y el que anhele ser el primero entre ustedes, será su siervo. De la misma manera, el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
Si alguien estima que es algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. — Digo, pues, a cada uno de ustedes por la gracia que me ha sido dada, que nadie tenga más alto concepto de sí que el que deba tener; más bien, que piense con sensatez, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno. — Cuando hayan hecho todo lo que se les ha mandado, digan: “Siervos inútiles somos porque solo hicimos lo que debíamos hacer”.
Nuestro motivo de gloria es este: . . . que nos hemos conducido en el mundo con sencillez y la sinceridad que proviene de Dios, y no en sabiduría humana sino en la gracia de Dios. — Tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros.
HCH. 20:19. Mt. 20:26-28. Gá. 6:3. — Ro. 12:3. — Lc. 17:10. 2 Co. 1:12. — 2 Co. 4:7.