MAÑANA
En Sion, oh Dios, te corresponde la alabanza.
     Para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas, y nosotros vivimos para él; y un solo Señor, Jesucristo, mediante el cual existen todas las cosas, y también nosotros vivimos por medio de él. — Que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió. — Por medio de él, ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza; es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. — El que ofrece sacrificio de acción de gracias me glorificará, y al que ordena su camino le mostraré la salvación de Dios. Â
     Miré, y he aquà una gran multitud de todas las naciones y razas y pueblos y lenguas, y nadie podÃa contar su número. Están de pie delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y llevando palmas en sus manos. Aclaman a gran voz diciendo: ¡La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero!. ¡Amén! La bendición y la gloria y la sabidurÃa y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén! Â
SAL. 65:1. 1 Co. 8:6. — Jn. 5:23. — He. 13:15. — Sal. 50:23. Ap.  7:9, 10, 12.Â