MAÑANA

Al que no conoció pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él.

      El SEÑOR cargó en él el pecado de todos nosotros. — Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero a fin de que nosotros, habiendo muerto para los pecados, vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados. — Porque como por la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también, por la obediencia de uno muchos serán constituidos justos.  

      Cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor por los hombres, él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo que él derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Y esto para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. — Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, para los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.  

      SEÑOR, justicia nuestra.  

2 CO. 5:21. Is. 53:6. —1 P. 2:24. — Ro. 5:19. Tit. 3:4-7. — Ro. 8:1. Jer. 23:6.

NOCHE

Yo seré a Israel como el rocío.

      La mansedumbre y ternura de Cristo. — No quebrará la caña cascada ni apagará la mecha que se está extinguiendo.  

      El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y para proclamar el año agradable del Señor. Entonces comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en los oídos de ustedes. Todos daban testimonio de él y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca.  

      El Señor se volvió y miró a Pedro, y Pedro se acordó de la palabra del Señor como le había dicho: “Antes que el gallo cante hoy, me negarás tres veces”. Y saliendo fuera, Pedro lloró amargamente.  

      Como un pastor, apacentará su rebaño; con su brazo lo reunirá. A los corderitos llevará en su seno, y conducirá con cuidado a las que todavía están criando.  

OS. 14:5. 2 Co. 10:1. — Is. 42:3. Lc. 4:18, 19, 21, 22. Lc. 22:61, 62. Is. 40:11.

Publicado originalmente en inglés bajo el título Daily Light on the Daily Path por Samuel Bagster and Sons, Ltd., Londres. Salvo otra indicación, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera Actualizada 2015. © 2015, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso.