MAÑANA
Bueno me es haber sido afligido para que aprenda tus leyes.
     Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por lo que padeció. — Padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Porque considero que los padecimientos del tiempo presente no son dignos de comparar con la gloria que pronto nos ha de ser revelada. Â
     El conoce el camino en que ando; cuando él me haya probado saldré como oro. Mis pies han seguido fielmente sus huellas; he guardado su camino y no me he apartado. Â
     Acuérdate de todo el camino por donde te ha conducido el SEÑOR tu Dios estos cuarenta años por el desierto, con el fin de humillarte y probarte, para saber lo que estaba en tu corazón, y si guardarÃas sus mandamientos o no. Reconoce, pues, en tu corazón, que como un hombre corrige a su hijo, asà te corrige el SEÑOR tu Dios. Guardarás los mandamientos del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos y teniendo temor de él. Â