MAÑANA
Se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor por los hombres.
     Con amor eterno te he amado. Â
     En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en expiación por nuestros pecados. Â
     Cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiera a los que estaban bajo la ley a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. — El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y contemplamos su gloria, como la gloria del unigénito del Padre lleno de gracia y de verdad. — Grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en la carne. Â
     Puesto que los hijos han participado de carne y sangre, de igual manera él participó también de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenÃa el dominio sobre la muerte este es el diablo. Â