MAÑANA
Denle la gloria en la alabanza.
     Este es el pueblo que yo he formado para mÃ; ellos proclamarán mi alabanza. — Los limpiaré de toda la maldad con que pecaron contra mÃ; perdonaré todos sus pecados con que pecaron y se rebelaron contra mÃ. Y . . . me será motivo de regocijo, de alabanza y de gloria para todas las naciones de la tierra. — Por medio de él, ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza; es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Â
     Te alabaré, oh SEÑOR, Dios mÃo, con todo mi corazón; glorificaré tu nombre para siempre. Porque tu misericordia es grande para conmigo; tú has librado mi alma de las profundidades del Seol. — ¿Quién como tú, oh SEÑOR, . . . majestuoso en santidad, temible en hazañas dignas de alabanza, hacedor de maravillas? — Alabaré con cánticos el nombre de Dios; lo exaltaré con acciones de gracias. — Y cantan el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso.