MAÑANA
La senda de los justos es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que es pleno dÃa.
     No . . . que ya lo haya alcanzado ni que haya llegado a la perfección, sino que prosigo a ver si alcanzo aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. — Conozcamos y persistamos en conocer al SEÑOR.
     Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. — Todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el EspÃritu del Señor. — Cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será abolido. Ahora vemos oscuramente por medio de un espejo, pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, asà como fui conocido.
— Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Pero sabemos que, cuando él sea manifestado, seremos semejantes a él porque lo veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él se purifica a sà mismo, como él también es puro. Â