MAÑANA
Les ha preparado una ciudad.
     Si voy y les preparo lugar, vendré otra vez y los tomaré conmigo para que donde yo esté ustedes también estén. — Una herencia incorruptible, incontaminable e inmarchitable reservada en los cielos para ustedes. — Aquà no tenemos una ciudad permanente sino que buscamos la que ha de venir. Â
     Este Jesús, quien fue tomado de ustedes arriba al cielo, vendrá de la misma manera como le han visto ir al cielo. — Por lo tanto, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. He aquÃ, el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardándolo con paciencia hasta que reciba las lluvias tempranas y tardÃas. Tengan también ustedes paciencia; afirmen su corazón, porque la venida del Señor está cerca. — Aún un poco, en un poco más el que ha de venir vendrá y no tardará.Â
     Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para el encuentro con el Señor en el aire; y asà estaremos siempre con el Señor. Por tanto, aliéntense los unos a los otros con estas palabras. Â