MAÑANA

No temas, porque yo te he redimido.

      No temas, porque no serás avergonzada; no seas confundida, porque no serás afrentada. Pues te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor; el SEÑOR de los Ejércitos es su nombre. Tu Redentor, el Santo de Israel. — He borrado como niebla tus rebeliones, y como nube tus pecados. Vuelve a mí, porque yo te he redimido. — Con la sangre preciosa de Cristo como de un cordero sin mancha y sin contaminación.  

      Pero su Redentor es fuerte; el SEÑOR de los Ejércitos es su nombre. Ciertamente abogará por la causa de ellos — Mi Padre, que me las ha dado, es mayor que todos y nadie las puede arrebatar de las manos del Padre.  

      Gracia a ustedes y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo quien se dio a sí mismo por nuestros pecados. De este modo nos libró de la presente época malvada, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.  

IS. 43:1. Is. 54:4, 5. — Is. 44:22. — 1 P. 1:19. Jer. 50:34. — Jn. 10:29. Gá. 1:3-5.

NOCHE

Las misericordias del SEÑOR recordaré, y las alabanzas del SEÑOR, conforme a todo lo que el SEÑOR nos ha recompensado.

      Me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. — El Hijo de Dios . . .  me amó y se entregó a sí mismo por mí. — El que no eximió ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente también con él todas las cosas? — Dios demuestra su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.  

      Es también quien nos ha sellado y ha puesto como garantía al Espíritu en nuestros corazones. — Lo cual es la garantía de nuestra herencia para la redención de lo adquirido, para la alabanza de su gloria.  

      Dios, quien es rico en misericordia, a causa de su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en delitos, nos dio vida juntamente con Cristo. ¡Por gracia son salvos! Y juntamente con Cristo Jesús, nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales.  

IS. 63:7. Sal. 40:2. — Gá. 2:20. — Ro. 8:32. — Ro. 5:8. 2 Co. 1:22. — Ef. 1:14. Ef. 2:4-6.

Publicado originalmente en inglés bajo el título Daily Light on the Daily Path por Samuel Bagster and Sons, Ltd., Londres. Salvo otra indicación, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Valera Actualizada 2015. © 2015, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso.