MAÑANA
Vive para siempre para interceder por ellos.
     ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; . . . y quien también intercede por nosotros. — Cristo no entró en un lugar santÃsimo hecho de manos, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora delante de Dios a nuestro favor. Â
     Si alguno peca, abogado tenemos delante del Padre, a Jesucristo el justo. — Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. Â
     Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que ha traspasado los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra confesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse de nuestras debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros pero sin pecado. Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia para que alcancemos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro — Ya que por medio de él ambos tenemos acceso al Padre en un solo EspÃritu.   Â