MAÑANA
Considerando cuán grandes cosas él ha hecho por ustedes.
     Acuérdate de todo el camino por donde te ha conducido el SEÑOR tu Dios estos cuarenta años por el desierto, con el fin de humillarte y probarte, para saber lo que estaba en tu corazón, y si guardarÃas sus mandamientos o no. Reconoce, pues, en tu corazón, que como un hombre corrige a su hijo, asà te corrige el SEÑOR tu Dios.Â
     Conozco, oh SEÑOR, que tus juicios son justos y que conforme a tu fidelidad me has afligido. Bueno me es haber sido afligido para que aprenda tus leyes. Antes que fuera humillado, yo erraba; pero ahora guardo tu palabra. — Duramente me castigó el SEÑOR, pero no me entregó a la muerte. — No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Pues como la altura de los cielos sobre la tierra, asà ha engrandecido su misericordia sobre los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo. Â