MAÑANA
Si de todo su corazón se vuelven al SEÑOR, quiten de en medio de ustedes los dioses extraños y las Astartes, y preparen su corazón para el SEÑOR. Sírvanle solo a Él.
Hijitos, guárdense de los ídolos. — Salgan de en medio de ellos, y apártense, dice el Señor. No toquen lo impuro, y yo los recibiré, y seré para ustedes Padre, y ustedes me serán hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. — No pueden servir a Dios y a las riquezas.
No te postrarás ante otro dios, pues el SEÑOR, cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso. — Sírvele con un corazón íntegro y con ánimo voluntario; porque el SEÑOR escudriña todos los corazones y entiende toda la intención de los pensamientos.
He aquí, tú quieres la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. — El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el SEÑOR mira el corazón. — Amados, si nuestro corazón no nos reprende, tenemos confianza delante de Dios.