MAÑANA
Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta.
     El Padre de las luces en quien no hay cambio ni sombra de variación. —¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos! Â
     Escudo y defensa es su verdad. Â
     Dios, queriendo demostrar de modo convincente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, la garantizó con juramento, para que, por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortÃsimo estÃmulo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta por delante. Â
     El SEÑOR tu Dios, Dios fiel que guarda el pacto y la misericordia para con los que lo aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones, — Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad para con los que guardan su pacto y sus testimonios. — Bienaventurado aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está puesta en el SEÑOR su Dios; . . . quien guarda la verdad para siempre.  Â