MAÑANA
La casa que se ha de edificar al SEÑOR ha de ser grande y sublime, para renombre y gloria.
     Ustedes sean edificados como piedras vivas en casa espiritual. — ¿No saben que son templo de Dios, y que el EspÃritu de Dios mora en ustedes? Si alguien destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque santo es el templo de Dios, el cual son ustedes. — ¿O no saben que su cuerpo es templo del EspÃritu Santo, que mora en ustedes, el cual tienen de Dios, y que no son de ustedes? Pues han sido comprados por precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo. — ¿Qué acuerdo puede haber entre un templo de Dios y los Ãdolos? Porque ustedes son templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. — Son . . . edificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo Jesucristo mismo la piedra angular. En él todo el edificio, bien ensamblado, va creciendo hasta ser un templo santo en el Señor. En él también ustedes son juntamente edificados para morada de Dios en el EspÃritu. Â