MAÑANA
El Consolador, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre.
Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: “Dame de beber”, tú le hubieras pedido a él y él te habría dado agua viva. — Si ustedes, siendo malos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que le pidan? — De cierto, de cierto les digo que todo cuanto pidan al Padre en mi nombre, él se lo dará. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su gozo sea completo. — No tienen porque no piden.
Cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad pues no hablará por sí solo sino que hablará todo lo que oiga y les hará saber las cosas que han de venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y les hará saber.
Ellos se rebelaron y entristecieron a su Espíritu Santo, y él mismo combatió contra ellos.