MAÑANA
Este es el estatuto acerca de la Pascua: Ningún extranjero comerá de ella.
     Tenemos un altar del cual los que sirven en el tabernáculo no tienen derecho a comer. — A menos que nazca de nuevo uno no puede ver el reino de Dios. — En aquel tiempo estaban sin Cristo, apartados de la ciudadanÃa de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, estando sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús ustedes, que en otro tiempo estaban lejos han sido acercados por la sangre de Cristo. Â
     Porque él es nuestra paz, quien de ambos nos hizo uno, . . . y abolió la ley de los mandamientos formulados en ordenanzas para crear en sà mismo de los dos hombres un solo hombre nuevo, haciendo asà la paz. Â
     Por lo tanto, ya no son extranjeros ni forasteros sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Â
     Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo. Â