MAÑANA
Porque de la manera que abundan a favor nuestro las aflicciones de Cristo, asà abunda también nuestra consolación por el mismo Cristo.
     Y participar en sus padecimientos. — Gócense a medida que participan de las aflicciones de Cristo, para que también en la revelación de su gloria se gocen con regocijo. — Si morimos con él, también viviremos con él. — Si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Â
     Dios, queriendo demostrar de modo convincente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, la garantizó con juramento para que, por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortÃsimo estÃmulo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta por delante. — El mismo Señor nuestro Jesucristo, y nuestro Padre Dios quien nos amó y por gracia nos dio eterno consuelo y buena esperanza, anime el corazón de ustedes y los confirme en toda obra y palabra buena. Â