MAÑANA
Te renovará en su amor.
“No porque ustedes sean más numerosos que todos los pueblos, el SEÑOR los ha querido y los ha escogido, pues ustedes eran el más insignificante de todos los pueblos. Es porque el SEÑOR los ama. — Nosotros lo amamos a Dios porque él nos amó primero. — A ustedes . . . los ha reconciliado en su cuerpo físico por medio de la muerte para presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de él.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en expiación por nuestros pecados. — Dios demuestra su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Una voz de los cielos decía: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.
— Por esto me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar. — El Hijo . . . es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Y cuando hubo hecho la purificación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.