MAÑANA
Hagamos, pues, todo esfuerzo para entrar en aquel reposo.
Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, . . . estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y son pocos los que la hallan. — El reino de los cielos sufre violencia, y los violentos se apoderan de él. — Trabajen, no por la comida que perece sino por la comida que permanece para vida eterna que el Hijo del Hombre les dará.
Hacer firme su llamamiento y elección. De esta manera les será otorgada amplia entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. — Corran de tal manera que lo obtengan. Todo aquel que lucha se disciplina en todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible; nosotros, en cambio, para una incorruptible.
El que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, así como Dios de las suyas. — El SEÑOR será para ti luz eterna; tu Dios será tu gloria.